Debido al aumento de la preocupación por el cuerpo y la salud, el consumo de semillas adquirió mayor importancia en la dieta portuguesa. Un hábito alimentario que se ha demostrado que es muy beneficioso para la salud.
A nivel nutricional, las semillas aportan varias vitaminas, minerales, fibra, grasas y aceites esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo, y además tienen altos valores energéticos. Demuestran importantes propiedades en la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, entre otras.
Son fáciles de introducir en los alimentos, pudiendo consumirse enteras o molidas, utilizadas como aderezo, como condimento, en ensaladas, mezcladas con harina o en yogures y batidos. O puede consumirse simplemente como un simple refrigerio.
Existe una enorme variedad de semillas que tienen características únicas y que funcionan en diferentes situaciones. Las semillas más buscadas entre los portugueses son las de calabaza, las de sésamo, las de girasol, las de lino y las de cáñamo.