Empezar el día con energía muchas veces empieza el día anterior con nuestra rutina de sueño. Pero puede que esto no explique todo por qué nos sentimos cansados, a menudo sin motivo aparente.
Aquí tienes 20 razones que podrían justificar tu cansancio:
1. Dormir menos de 7 horas por noche con frecuencia. Nuestro cuerpo necesita un mínimo de tiempo para reorganizarse y recuperarse de las actividades que realizamos durante el día. Estas restricciones del sueño pueden provocar quejas de cansancio y somnolencia diurna.
2. Beba poca agua: incluso una deshidratación leve afecta sus niveles de energía. Beber agua es fundamental.
3. Saltarse el desayuno: Nuestro cuerpo necesita reponer energías al despertar; Salir de casa con el desayuno es imprescindible.
4. Rutina de sueño irregular: Dormir y despertarse a horas constantes ayuda a regular el reloj biológico, proporcionando un sueño más constante y eficaz.
5. Acostarse tarde el fin de semana: No caiga en la tentación de dormir más el fin de semana para compensar las horas que no durmió durante la semana. Los cambios drásticos en los patrones de sueño durante el fin de semana pueden afectar la calidad del sueño la semana siguiente.
6. Estar expuesto a una pantalla antes de acostarse: la exposición a la luz de dispositivos electrónicos puede afectar el sueño. Evítalos antes de acostarte.
7. Comida rápida: La comida procesada aumenta rápidamente los niveles de azúcar en sangre, pero luego bajan rápidamente, provocando fatiga.
8. Algunas enfermedades como el hipotiroidismo, la epilepsia, las infecciones o la depresión pueden influir en nuestro sueño y, por tanto, en nuestro cansancio.
9. No saber decir “no”. Agradar siempre a los demás y decir sí a todo para satisfacerlos agotará tu energía y felicidad e incluso puede volverte irritable y resentido.
10. El trabajo es trabajo, el coñac es coñac. Es decir, cuando estamos trabajando estamos trabajando, pero si estamos de vacaciones no debemos coger trabajo para hacer. Evite revisar los correos electrónicos del trabajo y los mensajes durante las vacaciones. Tu cerebro necesita descansar y tu cuerpo necesita relajarse.
11. Ser organizado y tener un espacio de trabajo ordenado. Hay quienes dicen que sólo les gusta trabajar en medio del caos y que saben dónde está cada cosa incluso en el caos de un escritorio lleno de papeles. Pero un lugar de trabajo desorganizado limita la concentración y, por tanto, requiere más esfuerzo intelectual.
12. Beber alcohol antes de acostarse puede afectar el sueño, provocando despertares en mitad de la noche.
13. Tomar ciertos medicamentos: algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que afectan el sueño y la energía diurna. Consulte a su médico si sospecha que sus medicamentos pueden estar contribuyendo a estos síntomas.
14. Falta de hierro. La falta de hierro puede hacer que la sangre suministre menos oxígeno a las células del cuerpo. Algunos síntomas de la falta de hierro incluyen irritación, cansancio físico, falta de concentración y movimientos más lentos.
15. Mala nutrición: una dieta baja en nutrientes esenciales puede afectar su nivel de energía y su función cerebral. Asegúrate de que tu dieta tenga todos los nutrientes que necesitas para tus actividades diarias.
16. No tener actividad física. Parece contradictorio. Entonces si me siento cansado ¿es porque no me muevo? ¡Eso mismo! La actividad física regular está relacionada con una mejor calidad del sueño y un mejor estado de ánimo y creatividad.
17. Ansiedad y estrés: Las preocupaciones y las ansiedades pueden afectar la calidad de su sueño y afectar negativamente su estado de ánimo y sus niveles de energía durante el día.
18. Sea un perfeccionista. Tener todo bonito al milímetro es agotador y puede resultar frustrante. No seas demasiado exigente contigo mismo.
19. Beber demasiado café o tomar café demasiado tarde. El café es una bebida estimulante, al igual que los tés con mucha teína (por ejemplo el té negro). Estas bebidas pueden afectar al sueño y, en consecuencia, provocar un mayor cansancio.
20. Que tengas un sueño inquieto. Los trastornos del sueño como el insomnio, la apnea del sueño o los movimientos periódicos de las piernas pueden afectar negativamente al descanso.
